martes, 29 de enero de 2008

José Luis Chime Rojas


Jugó con la Liga Deportiva Alajuelense entre 1935 y 1950. Era la época en que México constituía el principal mercado para los costarricenses que se iban por docenas. En uno de esos éxodos, Chime Rojas se enroló en las filas del España de la capital azteca, en el que ya jugaban los costarricenses Jorge Quesada y Rodolfo Muñoz (Butch)
Tuvo la oportunidad de estar a la par de los ases del fútbol nacional como Morera y Buroy. Fue un “jugador cerebral” de apoyo en la media cancha, organizador de las avanzadas, con magnífico toque del balón y continuamente dialogaba con sus compañeros de la vanguardia para llevar el balón hasta la red.
Algunos eran los realizadores y se llevaban las palmas porque habían sacudido las redes; pero Chime era el artífice de las jugadas.
Sus inicios fueron con el Alajuela Junior, en tercera y segunda divisiones, y de ahí pasó a la primera de la Liga; su primera experiencia internacional fue cuando formó parte de la Selección Nacional que viajó a Panamá en 1938 para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde tuvo la oportunidad de enfrentarse a los seleccionados de Colombia y El Salvador. Durante los años que jugó en Costa Rica fue el insustituible “entreala” del equipo tricolor.
Después de terminar su contrato con el España de México, pasó por dos temporadas a la filas del Orizaba. En 1944 regresó a la Liga y formó aquella máquina de hacer goles integrada por Retana, Chime, Morera, Riggioni y Buroy. Una delantera de millones.
Como refuerzo del Orión viajó a Colombia y fue catalogado por la prensa como el más grande exponente del fútbol de nuestro país. También tuvo oportunidad de actuar en el resto de Centro América y viajó como refuerzo de La Libertad a Colombia y Ecuador.
Durante toda su vida jugó únicamente con el Alajuelense, salvo las dos temporadas en México. Todo su esfuerzo y conocimientos fueron para su querido club de la provincia a pesar de las tentadoras ofertas que recibió de otros equipos.
Nunca quiso dejar su suéter rojinegro y su nombre quedó ligado no solo al de las grandes figuras del balompié alajuelense, sino que a su paso por la selección Nacional dejó huella como uno de los mejores jugadores que tuvo el país en la época de oro.

1 comentario:

Ligandil dijo...

Chime, nunca lo conoci, pero se lo grande que fue

mis saludos tio, algun dia lo conocere

Gracias por todo