viernes, 29 de febrero de 2008

Copa Interamericana 1986: Partido de ida

De pie de izquierda a derecha: Ronald Mora, Alvaro Solano, Franco Benavidez, Jorge Ulate, Alejandro González, Mauricio Montero. De cuclillas: Oscar Ramíreí, Miguel Vargas, Juan Cayasso, Guillermo Guardia y Elías Arias

En aquel 164º aniversario de la anexión del partido de Nicoya, se jugaba el partido más importante por una competición oficial. Ese 25 de julio del 87 Liga Deportiva Alajuelense recibía a nada más y nada menos que al River Plate de Argentina por el primer partido de la final de la Copa Interamericana. Alajuelense en el 86 se había convertido en el primer equipo tico en ganar la CONCACAF; mientras que River llegaba como flamante campeón de la Libertadores de ese mismo año. Además, el equipo millonario contaba con jugadores que habian ganado el mundial del 86. La única baja para los argentinos fue el lateral Rubén Gómez, afectado por un fuerte cuadro grupal.

El día del partido, con un Estadio Morera Soto a reventar(se vendieron 32 mil tiquetes), la afición estaba ansiosa de poder observar un gran encuentro, al buen equipo de River y a una L.D.A. que fuera por el resultado sin importar la gran calidad y nombre del rival.

El encargado de efectuar el saque honorífico fue el presidente de aquel entonces, el Dr. Oscar Arias. En aquella ocasión señaló :"estoy muy felíz y espero que gane la Liga".

Las alineaciones fueron las siguientes:
LDA: En la portería González, Vargas, Sosa,Benavides, Chávez, Montero, en la zona defensiva; Óscar Ramírez, Álvaro Solano, Cayasso, 'Gugui' Ulate, Arias, Chaves Innecken, el macho Mora y Guillermo Guardia.
River Plate: Goicoechea - Gómez - Borelli - Gutierrez - Ruggeri - Montenegro - Gorosito - Gallego - Palma - Alfaro - Caniggia - Funes y Centurión.

Ya en el juego, Liga deportiva Alajuelense se planta con firmeza dentro del campo, con una formación sorpresiva, la liga trata de abrir el marcador de la mano del Capitán del equipo, Juan Cayasso, que se desempeñaba como extremo Derecho. Del la do de River, las incursiones de Funes siempre fueron peligrosas; no obstante, siempre emergió la figura de ese encuentro, Alejandro González, realizando tapadas de antología. Asimismo, su homólogo argentino, Sergio Goicoechea fue siempre vital para evitar la caída del arco millonario.
Al final el marcador fue de 0-0, un resultado que dejaba la serie abierta de cara al partido de vuelta en Nuñez.
Foto del Cuadro Titular de River:

De pie de izquierda a derecha: Jorge Borel ti, Américo Gallego, Nelson Gutiérrez, Sergio
Goycoechea, Ruggeri y Montenegro.
De cuclillas: Caniggia, Gorosito, Juan Fines, Omar Palma y Roque Alfaro.


Resumen del partido:

Gracias Max!
Fuente: La Voz de La Liga

sábado, 23 de febrero de 2008

Liga Liga!


Por Rodolfo Arias Formoso especial para revista soho

Un estruendoso griterío se agigantaba a mis espaldas. Vítores mezclados con abucheos, aplausos con silbidos. “¡Liga Liga… Liga Liga!”. Me volví a mirar. En la fila de corredores venía un loco vestido de rojo y negro, de pies a cabeza. Una capa con el escudo de la Liga Deportiva Alajuelense, sombrero con plumas, leoncitos colgando al cuello, camiseta de bandas verticales, una corneta, más y más guindajos. La panza de birrero, por cierto, contrastaba con la capa de superhéroe.

Era el año 98, quizá 99. Yo era un fiebre del atletismo, y domingo a domingo andaba en esas carreras que van bloqueando el tránsito por donde sea que pasen. Aquella era la clásica de los odontólogos, cuesta abajo desde el centro de Heredia hasta San Rafael de Ojo de Agua. Ya habíamos pasado el túnel bajo la pista y en eso se armó el alboroto. Él contestaba los aplausos con la corneta; las rechiflas, con el puño cerrado, pero el dedo del corazón bien extendido.

Muchas veces me lo seguí encontrando, al famosísimo Ligaliga. No sé cómo se llama ni él sabe quién soy. Él personifica al alajuelense de pura cepa, alegre y jodión. Al fanático que sube al cielo cuando el equipo anda encendido y le clava uno tras otro al adversario. Al que se le hace un cardenal en el alma si los florenses o los porteños, o incluso los cartuchos que nunca la ven, se jalan una torta. Pero sobre todo si son los morados quienes nos hacen comer zacate, suceso tristísimo que por desgracia ocurre de tanto en tanto.

Ligaliga es el futbol que se desborda, el que no cabe en la cancha y las graderías y entonces invade la oficina el lunes en la mañana y atrasa un poco la atención al cliente porque manda güevo, el penal que no nos pitaron. El que da tema para horas y horas en la mesa de tragos ahí cerca del estadio, cuando al guardalíneas le agarran varas y nos pitan como 15 fueras de juego que jamás existieron. El que se traduce en miles de mensajitos por celular, el que hace a la mayoría de los lectores abrir por atrás el periódico para empezar con la página de deportes.

Por eso, al conocerlo, me vi otra vez de diez años, yendo al estadio por primera vez. Enrique Herrera, primo de mi madre y rojinegro de corazón, me llevó con Rolo y con Franklin, otros güilas del barrio. Me había convencido con sus apasionadas descripciones del Palmareño Solís, del Indio Buroy, de Juan José Gámez, la celebérrima Hormiguita Manuda, de Juan Ulloa, Chalazo Vega, Errol Daniels, y de tantos y tantos más.

El Morera Soto está que arde: ese sol contra el que no hay gorrita que valga. El león ha rugido durante 70 minutos, y solo nos quedan 20 para romper el empate. Vamos uno a uno contra el Sapri. Pero ahora el león contiene el aliento. Errol cobra un tiro libre en el vértice del área. Barrera de seis chavalos, silencio espeso que el pito del árbitro raja por la mitad.

Hay veces en la vida cuando uno desea infinitamente que algo pase. Un número de la lotería, una mujer que diga sí, un florero que cae y que uno podría coger en el aire y salvarlo. Así fue aquel momento. Mi ídolo va hacia el balón, con elegancia la toca para que salga globeadita. En cámara lenta sigo viendo el balón elevarse y describir una curva preciosa que sobrepasa la barrera y el portero morados, rozar el horizontal, irse fuera por milímetros. Minutos después un contragolpe nos derrotó.

Para el dolor no hay consuelo más inútil, ni más abundante, que el silencio. Así salimos aquella vez, de regreso al parque de los mangos, a tomarnos un fresco antes de coger el bus de vuelta. Y para el júbilo no hay combustible mejor que el grito, el estruendo, el pitazo. Así hemos salido los manudos muchas veces, ya sea del reducto glorioso que lleva el nombre del Mago del Balón, el tico que más alto haya brillado en el futbol de España, ya sea de cualquiera de los estadios del país, empezando, claro está, por el que supuestamente sirve de morada a un monstruo que alguien un poco distraído podría confundir con un dinosaurio púrpura que entretiene a los bebés en televisión.

¿Por qué seré liguista? ¿Lo deberé al rojo y al negro, así simplemente? Con seguridad esto influyó. No hay en el mundo dos colores que combinen mejor. El rojo es pasión; el negro, seriedad. El rojo es alegría; el negro, solemnidad. El rojo es la vida; el negro, la trascendencia. Y ya sin tanta paja: se ven bonitos. La Liga los escogió porque es uno de los equipos más viejos, y estaban disponibles.

Otros equipos más recientes no tuvieron ese privilegio. Uno es ese del que ya he hablado, y el cual debió contentarse con algo entre rojo y azul. Ellos se dicen “morados”, pero casi siempre han sido lilas. Otra vez fueron remolachas. Y recientemente, cuando vinieron a Uruguay (donde resido transitoriamente), un locutor comentó: “Ché… a este equipo en Costa Rica lo conocen como el monstruo violeta”. Es la tirada, repito, de haber tenido que escoger un colorcillo media tinta.

¿Deberé mi fidelidad al clima, carácter y estilo alajuelenses? No soy de ahí, pero cuando trabajé para la Mutual de Alajuela, allá por 1990, me encantó el modo de esa gente. El jefe de Informática era amigo de Mauricio Montero, el inolvidable Chunche. Un día me lo presentó. Él estaba en la cúspide, porque venían llegando del mundial de Italia, pero nada le impedía saludarme cortésmente. “¿Qué tal, Mauricio?” “Diay, aquí… ¡cuidando los cinquitos!”

Soy manudo y seguiré manudo. Lo soy desde que Enrique me llevó por primera vez al estadio, aquel domingo aciago. Soy manudo porque siempre hemos sido un equipo grande, y lo seguiremos siendo. Y además, porque entre los miles y miles de ticos que también son manudos, hay uno que se llama José Pablo y es mi sobrino.

La primera vez que fue al estadio yo lo llevé. Repetí lo que Enrique hizo conmigo 40 años atrás. Fue en Tibás. El clásico iba uno a uno, faltaban diez minutos, nos presionaban. De pronto, Carlos Hernández la clavó al ángulo, agarrándola en media cancha. Porritas medio la vio pasar. Ni el Hombre Araña la habría podido agarrar.

Soy manudo porque cuando vi a ese niño asombrarse hasta el límite, supe que el mío seguía aquí adentro, igual de asombrado, de eternamente feliz y de eternamente niño. Eso es, ya entendí: soy manudo porque el niño que llevo en mí me acompañará por siempre.



Esta columna me la encontré en una revista soho que tenia por ahi jeje.
Resalto lo que don Rodolfo escribe al final, justamente porque, es algo muy parecido a lo que yo siento.

viernes, 22 de febrero de 2008

Estadio Morera Soto: Breve Historia

Liga Deportiva Alajuelense es uno de los pocos clubes costarricenses que cuenta con un estadio propio. Particularmente la historia del Coloso del Llano es bastante interesante. En este post reseñamos una breve historia del Morera Soto.


El sueño de contar con un estadio propio empezó el 18 de abril de 1939 cuando
la idea fue propuesta por un grupo de directivos.

Un año después, el 7 de octubre, se crea la comisión pro-estadio, la cual se encargaría de recoger fondos en la provincia de San José. Ese mismo año, mediante la ayuda del entonces gobernador de Alajuela, el lic. César Rojas se organizan unas fiestas cívicas a beneficio de la comisión pro-estadio en la ciudad de alajuela. Los terrenos del estadio se compraron en 1940 a 80 centavos el metro.

La primera gradería en instalarse fue la antigua gradería de madera del nacional. Esta gradería fue regalada por medio de gestiones de César Rojas ante el presidente de ese momento, el Dr. Calderón Guardia. El Traslado de los materiales se logró gracias a que la administración del Ferrocarril al Pacífico regaló el transporte hasta Alajuela. Una vez en la ciudad, camiones de la municipalidad hicieron el traslado hasta el estadio. La Segunda Gradería se construye con la cooperación del pueblo alajuelense.

Así en 1942 se juega el primer encuentro de LDA en su nueva casa, llamada para ese entonces, el ESTADIO DE ALAJUELA. El rival había sido contra cartaginés, con un resultado final de 4-2 a favor de los nuestros.

Años más tarde, en el 49, la junta directiva decide construir las tapias del estadio, en vez de la fachada. No obstante, en ese entonces la situación financiera del club no era lo suficientemente solvente para hacerse cargo de todos los gastos. Así que, con una genial idea del Prof. Armando Mórux, se lleva acabo la MARCHA DEL LADRILLO, en la cuál los niños de las escuelas alajuelenses, en un acto de cooperación, marcharon desde sus escuelas hasta el estadio con un ladrillo en la mano. Un hecho que marcó para siempre a la cultura liguista. Finalmente, las obras terminan en 1953, gracias al 1,130,012 ladrillos donados por el pueblo.

La última gradería en construirse fue la gradería este. La cuá se hizo posible gracias a la señorita Leticia Chacón, quién logró rescatar una partida de 1,000,000 de colones.

En 1966 se le pone nombra al estadio ALEJANDRO MORERA SOTO, en honor al mejor futbolista que Costa Rica vio nacer.

El primer sistema de iluminación para juegos nocturnos se inauguró en 1970 con un juego Alajuelense 4 -Motagua 1.

Seguidamente, en la década de los 80s, se dieron grandes cambios en el estadio bajo la presidencia del lic Roberto Chacón Murillo. En Mayo de 1982 se finalizó una ampliación del Morera Soto. En 1984(31/10) se inaugura un moderno sistema de iluminación, ya que el anterior ya se encontraba obsoleto y para el 4 de diciembre de 1985 se finaliza la construcción de la gradería, palcos Norte y el Marcador electrónico.

Para 1992, se inaugura la clínica médica deportiva Dr. Longino Soto Pacheco. En el 98 se finaliza la construcción de los palcos oeste, en el 99 el salón multiuso SALVADOR SOTO VILLEGAS "INDIO BUROY" y tres años después se inaugura el nuevo sistema de iluminación.


Fuentes:
-La voz de la Liga
-Memorias de LDA: Armando Mórux.
-www.ldacr.org


viernes, 15 de febrero de 2008

Lic. César Rojas Ulloa



La mayoría de las ovaciones se las llevan jugadores y técnicos. Claro está, con todo merecimiento. Sin embargo, esas ovaciones también las merecen los directivos, administrativos que se entregan al máximo al club de sus amores.
Así es como, hoy presentamos al primero de esos dirigentes que dio su vida por L.D.A, una persona que fue jugador, presidente, secretario y vocal de la junta directiva de nuestro equipo. Además siendo gobernador de la ciudad de Alajuela, ayudó al club en un momento díficilísimo, hablamos del Lic. César Rojas Ulloa.

Don César se inicia en esto del fútbol en la segunda división, jugando dos temporadas con el extincto equipo del Alajuela Junior. Del AJ pasa a formar parte de las segundas divisiones de la Liga Deportiva Alajuelense, hasta que en 1935 por una lesión en una rodilla se ve obligado a colgar los tacos, curiosamente es fue la primera temporada de su hermano José Luis Chime Rojas.
De su época de jugador recuerda que el fútbol de antes, fué más grande. Se elogiaba más al jugador, se le daba más chance de lucirse en el terreno de juego y éste se identificaba plenamente con la camiseta que vestía. Para don César, hoy en día la mayoría de los jugadores no toman el fútbol como debe ser y lo hacen por el dinero que se puedan ganar en un equipo o en otro.

"Yo no me explico muy bien eso. pero ya cambio la fisonomía del jugador. El fútbol de hoy en día ha cambiado mucho, ya son tácticas deportivas en el terreno de juego donde el deportista ya no es creativo como lo era antes".

Una vez retirado, se convierte en asociado del club, en 1994 afirmó que tenía 60 años de ser asociado. Después de tantos años al servicio del club -como jugador, presidente, tesorero y vocal- es parte importante en la historia del club, tanto en tiempos de bonanza como en los tiempos difíciles.
En una oportunidad en la que el equipo estuvo a punto de quebrar, un grupo de allegados al club organizaron con dinero propio unas fiestas cívicas en la ciudad, las fiestas sirvieron para recolectar fondos, pero lo más importante fue que NO SE TOCÓ NI UN CENTAVO del club. Para la organización de estas fiestas, don César fue de gran ayuda, ya que, en ese momento era el gobernador de Alajuela.
Por esto y otras cosas más, la junta directiva de 1994 (en el 75º aniversario del club), le nombra PRESIDENTE HONORARIO, distinción que honró y dignificó.

El lic. Rojas tuvo el privilegio de ser amigo de Alejandro Morera por muchos años. De "Janro" dijo: "Fué un fenomeno del fútbol, futbolista, gran caballero, conviví con él muchas cosas, no dejo de guardar respeto a su persona, para mí Alejandro es el «non plus ultra» del fútbol nacional.La humanidad es ingrata y siempre se olvida de los grandes hombres, tratando de olvidarlos o reponerlos en corto tiempo, pero Alejandro Morera Soto no se puede reponer porque es Único"

Como alajuelense de cepa, don César dijo que L.D.A. es un símbolo sagrado que merece todo el respeto y devoción de la gente que verdaderamente quiere el deporte, un club que representa una mística sagrada y no concibe como pueden existir alajuelenses que hablen mal del equipo, "he vivido muy de cerca con ellos, y hemos estado en las buenas y en las malas"

En la foto don César al fondo junto a la izquierda de Alejandro Morera. En primer plano Jorge Luis Solera hace el saque durante un Alajuela-Saprissa
Fuente Bibliográfica: "La voz de la Liga: 75 años de LDA"

sábado, 9 de febrero de 2008

De clubes y seguridad social


Ayer viernes en horas de la tarde, la CCSS clausuraba el estadio Rosabal Cordero por la deuda que mantiene el Club Sport Herediano con la benemérita. Consecuentemente, el clásico provincial que se tenía previsto para el domingo se suspendió.
No es la primera -ni será la última- vez que le clausuran el estadio a los heredianos. Ya a la gente le parece hasta 'normal' que cierren de vez en cuando el Fello Meza, el Rosabal y hasta el estadio de tibás por cuentas atrasadas con la caja.
A mi modo de ver, estos cierres no sólo perjudican al dueño del estadio, sino a todo el fútbol federado del país. El que clausuren instalaciones no es una solución viable en este tipo de casos, aunque sea el último recurso ejercido por la caja, los cierres dias antes de partidos importantes impide a los clubes poder recibir el dinero para pagar algún porcentaje de la deuda y los salarios. Si tomamos este último caso, al partido de mañana uno podría decir que iba a tener una buena asistencia, ahora que fue trasladado para el miércoles 27, estoy seguro que la asistencia va a ser menor (el dia y la hora, el que estemos a finales de quincena hacen que menos gente asista).
Es por lo que me pregunto ¿es negocio para la caja tratar así al fútbol? ¿por qué en vez de cerrar el lugar de ocio de mucha gente, no cierran alguna empresa grande?¿por qué mejor no embargan la taquilla de un partido importante?
Hace algunos meses en una reunión, el arq. Rafael Solís, manifestaba que era deber de la dirigencia de Liga Deportiva Alajuelense el ir y buscar una solución para el entre problema la caja y los clubes de fútbol, don Rafael planteó una idea que me parece sensata: la CONDENACIÓN de la deuda por parte de la caja. Pienso que es sensata porque si seguimos con estos cierres los clubes van a desaparecer(ya de hecho desapareció uno que jugaba de color remolacha). Los equipos no pueden pagar las cifras que adeudan, en alajuela están viendo cómo reducir la dueda, en cartago viven escondiéndose y en Heredia ya ni vergüenza les da, o sea, esa plata los ticos nunca la vamos a ver. Por eso, si la caja perdona lo adeudado hasta hoy, empezaríamos de nuevo, con un compromiso SERIO de los clubes por pagar las cuotas mes a mes, y que de incumplirlo, sean, ahora sí, castigados severamente por la ley, siendo del caso, encarcelando a los mismos presidentes de los clubes. Con esto, se lograrían varias cosas:

  • Se ponen los equipos en regla.
  • Se desinflan los salarios de los jugadores, ganando lo que realmente valen y no millonadas como hoy en día.

La seguridad social es un compromiso para todos. Con una CCSS sensata, empleadores comprometidos y trabajadores responsables se puede solucionar el asunto tan penoso. La industria del fútbol no gana tantos millones como para pagar deudas y generar espectáculo al mismo tiempo.

jueves, 7 de febrero de 2008

La Liga-sele



¡Gracias oki !