Carlos “Cuca” Herrera Morera

Gran mediocampista, el verdadero cerebro de la atacante manuda durante los años que jugó en el país. Porque era el artífice de las anotaciones, llevando balones desde el medio campo para alimentar a sus compañeros y buscar las anotaciones.

Cuca se inició en el fútbol jugando como extremo derecho con el equipo “mosquito” de la escuela República de Guatemala; constituida por escolares alajuelenses dirigidos por el Prof. Armando Mórux Sancho. En su primer campeonato en 1947, salió campeón, derrotando al Saprissa dirigido por “Beto” Fernández y Federico Herrera.
Después de que don Armando Mórux se retirara como entrenador de ligas menores, Cuca y varios de sus compañeros se fueron al Saprissa. Seis años después, directivos manudos, mediante la mediación del Prof. Ovidio Gómez (qdDg), lo convencieron para que jugara con Alajuelense. La Liga pagó ¢1 .900 por la ficha de Daniel Salmerón y por la de “Cuca”.

Una vez que llegó a la Liga, “Cuca” se afianzó en el mediocampo, jugando siempre como volante de apoyo o de llegada. En el equipo manudo formó tripletas endiabladas con Juan Ulloa y Juan Soto, después con el mismo Ulloa y Juan José Gámez. En esta institución ganó el primer tricampeonato de nuestra historia (1958, 1959 y 1960).

En 1960, la Liga Deportiva Alajuelense le dió la vuelta al mundo, siendo Cuca uno de los grandes baluartes del equipo erizo. Fue el segundo mejor goleador de la gira con 17 dianas. Fue el jugador que más veces anotó en un encuentro, cuando en Teherán la Liga derrotó 7-2 a la Selección Iraní, con cuatro goles de Cuca. En esa ocasión la afición persa lo sacó en hombros de la cancha, además recibió un trofeo del emperador Sha de Irán. En esa gira Cuca jugó todos los partidos y según el entrenador Hugo Tassara: “Fue un valor notable, lo que aprendió en su paso por Europa, sobre fútbol práctico le sirvió mucho para el resto de la gira”.

Carlos Herrera fue Seleccionado nacional en seis ocasiones. Jugó fuera de nuestras fronteras. En México participó una temporada con el Morelia. En Guatemala, donde fue ídolo, jugó con el Sacachispas (segundo mejor goleador en la historia del club con 23 goles) y con el Aurora, donde finalizó su carrera, se convirtió en goleador (17 goles) y campeón en 1964.

Cuca fue una auténtica figura del fútbol alajuelense, en Costa Rica es un inmortal del fútbol. Era el verdadero peón batallador de la delantera aunque las glorias se las llevaran los que habían sacudido la red. En todos los equipos dejó constancia de sus cualidades y puso muy en alto el prestigio del fútbol costarricense, siendo siempre, más que un excelente futbolista, un gran compañero.

Fuentes:

• Memoria Liga Deportiva Alajuelense. Armando Mórux Sancho.
• Época dorada del fútbol costarricense. Fernando Naranjo Madrigal.