¡Clásico!

En el fútbol, como en toda competición siempre existen rivalidades. Algunas no pasan de unas horas o no son muy importantes; otras serán para siempre, muy pocas logran ese status de clásico. Clásicos hay, por decirlo de alguna manera, de todos los sabores y colores imaginables. En nuestro país el primer enfrentamiento en ser denominado clásico fue entre libertos y heredianos, esos equipos que se repartieron una buena parte de los primeros veinte torneos nacionales.
No obstante, la desaparición del cuadro josefino dio paso a un nuevo clásico, ese que se mantiene desde los años 50s, ese que estamos pronto a disfrutar en este domingo.

Siempre un clásico será especial, aunque los dos equipos estén en segundas o uno esté peleando el descenso o el otro diga que jugará con la 'banca'. Durante la semana se comenta sobre las alineaciones, la prensa empieza a hacer suposiciones y trata de sacar de notas poco comunes, las aficiones apuestan un almuerzo, el cabello o dinero. Un clásico, se empieza a jugar desde la semana anterior.
Ya en el día del encuentro, planeamos el día conforme al encuentro. Esas dos-cuatro horas mientras se este pegado a la tv o sentado en la grada nada nos puede distraer de tan ansiados 90 minutos.

En el caso alajuelense, esas cuatro horas de clásico siempre se viven de manera muy particular. En mi caso, el primer clásico presenciado en la catedral del fútbol fue cuando era muy pequeño, fue el mismo día de aquel 5-0 del barça al madrid en el camp nou; recuerdo que fui con un tío saprisista que había conseguido entradas de palco, en aquella ocasión mi equipo me dió uno de esos regalos que uno no olvida, ganamos ese clásico.

De esa atmósfera liguista siempre recordamos cuando salía el león durante el calentamiento de los jugadores, a calentar al aficionado; con su bandera rojinegra y con la ayuda de la voz del estadio empezaba a sacar un "¡OOOleeeeeeeeee!" de las gargantas del público por cada vez que ondeaba su estandarte rojinegro; hasta que llegará al punto máximo y terminara arrodillado en la grama, ahogado por una ola de aplausos. Además del león, en la época de Badu, se incorporó una comparsa, lo que contagiaba a todos con un ritmo pegajoso.


También hay jugadores de Clásicos, en la historia reciente, uno no olvida los clásicos de Izaguirre, Miso, Bryce, Hernández...hoy, en la plantilla hay jugadores como Herrera o Montero que juegan bastante bien en este tipo de encuentros y que de la mano de ellos ganaremos.

Este clásico se presenta como la ejecución de la Vendetta manuda, el juego de los pupilos del Flaco viene cada vez mejor. Cheyo, nuestro cerebro, viene con dos semanas de descanso, dos semanas sin faltas malintencionadas que atentan conta el espectáculo. El Mambo, quiere demostrar por qué es el mejor delantero del campeonato nacional. Lula y la defensa a espantar a sus fantasmas de una vez por todas. Arnáez listo para darnos la primera alegría....

La invitación está en pie, si no tiene entrada, todavía quedan. No se pierda la emoción de un clásico. Apoyemos a la Liga Deportiva Alajuelense, esta es la hora de jugar en la cancha!

¡Gracias a Leo por las fotos!